María Rosa Maldonado nació el 4 de febrero de 1944 en Barcelona, España, y reside desde 1949 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Argentina. Nacionalidad: argentina-española. //
por Rolando Revagliatti
noche de las diatomeas: una meditación
I
sílice
en la charca
diminutas mitades cerradas espinescentes
por el azul perfecto del espacio avanza
el humo de los papiros
has estado ahí
migración tras migración
entre los suaves pliegues de lila devorando
esa oscura materia:
tu propio cuerpo cedido a la mutación y el tránsito
vipassana bhavana
vipassana bhavana
lo que ves ahora es la primera noche de los cielos
sus enjambres protistas
noctilucas
girando en torbellino
el hidrógeno de la gran explosión
la nada
abandonada a su luminiscencia
II
hialina oscuridad
en los astrocitos fulgores de berilo
es esto el atman? lo real intangible?
agua para el culto?
(plancton debajo de la lengua)
la postura
- saber sin oscilaciones –
aparece con el desprendimiento
fosa ilíaca derecha:
la resurrección
izquierda:
crecimiento de las diatomeas
cenozoicas cajitas de cristal
su multiplicidad sin límite
manando
en la abisal caída
para el desplazamiento:
nitrógeno de nautilo
- tantos millones de años en el gozo del mundo -
así
hundirse uno buenamente en el océano de eso
III
sumersión dulce - o salada –
el agua es una tisana
donde te meces en suave maceración
un alcohol aromático
desciende por la costa del útero
hipoxia hipoxia anoxia
agua lustral funeral
del amnios a la grieta del deshecho
aquí es donde todo se detiene
en la lejana superficie una pradera de luz
infiltrada de florescencias
manchas de klimt:
cinias amapolas gencianas
malvas lirios
acacias tulipanes
o asterionellas eucampias cymbellas fragilarias
vivos silicios microscópicos vistiendo de lujosa pedrería
tu advenimiento
al reino
qué reino?
a través de la cortina
el sol dibuja flores en el aire del cuarto:
cinias gencianas amapolas
ontario hace pie en el sueño
II el desfiladero de la adivinación
sobre la clara oquedad del mundo arktos finge soñar
su interminable invierno
desde ese borde nos observa la nada
morosa morosa se desliza
como un armiño (rata armenia) por la cripta del lago
hunde sus dedos infalibles
en la garganta del río de los muertos
dice:
para la gran migración
no está previsto ni barquero ni barca
tan sólo un ojo vivo en la boca del lobo
una nube de espuma en el alma del cortex
el frío
clausurando una a una las puertas
y la grieta de la resurrección
con su celda nupcial y
sus reales crisálidas de fuego
III (figura en blanco) la marcha de los lobos
hacemos el camino en enorme silencio bajo
la lisa cúpula
del aire
sobre el indiferente suelo de esta tierra
asediamos nuestros propios perfiles buscando:
el gran deslumbramiento la opacidad y
finalmente la caída -bajamar de los mundos-
pero el deseo no muere (cuando clava el aguijón) como la abeja
sino que se acrecienta posee
la codicia imperiosa del abismo
incoloro e inerte
nos rodea el argón
como una joya azul
como un traje de fiesta en la noche del polo
con sus núcleos de hielo y aguas subterráneas
por donde fluye la luz del caribú
fantasma
del alimento consagrado
que nunca alcanzaremos
la delicada luz de los venenos
la madre:
II
atzavara vara de atzavara
madre de floración reciente que entra por todas las ventanas
con sus muchas cabezas
lo que aparece no viene de esa tierra
donde nunca
hubo planta ni mujer
del tálamo nacen – cerebrales – se enlazan con las regiones
más hondas de la glía
sueño
hambre
sed
íntimamente unida la piamadre
blandamente me abraza
sus flores apoyan la mejilla en el cielo gris azulado de las hojas
allí mismo estolones del sostén
de la reparación
pues lo que cuerpo nace
lleva la oscuridad entrelazada
del carbono
vitriolo de la respiración
- el precipicio que se muestra -
es ella y ella
hablamos
ahora puedo decirle:
cómo voy a vivir cerebral en la asfixia
de tantos años bajo tierra?
me responde:
en este aquí nada es de nadie
yo soy el padre soy
la casa aquella devastada y la otra
y ando suelta en el mundo
Entrevista realizada a través del correo electrónico. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, María Rosa Maldonado y R. R., octubre 2014.
http://www.revagliatti.com.ar
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