A los nueve años
Nicolás Avellaneda intentó escribir su primera novela, con la cual no pasó del tercer capítulo y que años después, una tarde de limpieza general, terminaría en la basura
Nicolás Avellaneda nació un 4 de noviembre en la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, ya al segundo día de su nacimiento estaba viviendo en la humilde casa que ocupaban sus padres en la calle Gelves al 200, por entonces a media agua entre el fin del centro y el comienzo de los suburbios de Belén de Escobar.
Hijo de un porteño militante sindical y político (por aquellos días proscripto en ambas categorías) y una entrerriana ama de casa y ex cantante lírica, Nicolás creció en un hogar en el cual la política, el arte y las letras estaban presentes todo el tiempo. Es que mientras el padre ocupaba parte de su escaso tiempo libre en escribir prosa y poesía, tratando de transmitir esa afición a su hijo, la madre hacía lo propio con la música (también había sido violinista). No casualmente, a los cinco años y antes aún de haber aprendido a leer y escribir,
Nicolás debutó como cantante solista integrando en tal carácter un grupo artístico multidisciplinario.
Al tiempo que avanzaba con su vocación por el folklore, a los nueve años Nicolás intentó escribir su primera novela, con la cual no pasó del tercer capítulo y que años después, una tarde de limpieza general, terminaría en la basura. Pese a esa primera frustración y casi inconscientemente, Nicolás persistió en escribir prosa y poesía al punto de que Alicia Blois, su profesora de Literatura de secundaria en el colegio Gral. Belgrano, le recomendó seguir una carrera vinculada a las letras aún cuando por ese entonces el joven aseguraba que quería ser médico.
Finalmente, terminado el secundario Nicolás no cursó Medicina sino
Ciencias Políticas, primero, y
Periodismo, después. A fines de 1982 y ya recibido de periodista, inició su carrera de la mano de Bernardo Neustadt como redactor de las
revistas Extra y Creer, ambas de propiedad y dirigidas por Neustadt. También bajo la tutela de éste, Nicolás trabajaría luego en las producciones de los programas
“Nuevo Día” (Radio Mitre) y
“Tiempo Nuevo” (Canal 13). A partir de allí, el escobarense transitaría por varios y prestigiosos medios periodísticos de orden nacional e internacional, entre los cuales debe destacarse su paso por
Radio América; CVN; América 2; los
diarios Eco del Norte (Salta) y El Cronista Comercial, y el semanario norteamericano
(versión castellana) Tiempos del Mundo.
En la actualidad, y desde hace dos años, Nicolás
conduce su propio programa de radio (“Buenos días Buenos Aires”) que se emite de lunes a viernes en el horario de 08.00 a 10.00 en
BON’S FM 98.1 de General Pacheco. En otro orden pero siempre vinculado al periodismo, Nicolás es
Jefe de Prensa de la Unión de Trabajadores del Instituto (UTI, el gremio de los trabajadores del PAMI), al tiempo que se desempeña como agente de prensa free lance
El escritor
Si bien
“El suicida cotidiano” es su primer libro en el carácter de autor único, esta no es la primera vez que Nicolás publica material literario. De hecho, tras haber obtenido dos segundos premios con su
cuento “El cable” (uno a nivel regional y otro, internacional), Avellaneda publicó ese material en una
revista literaria de San Isidro, primero, y en una antología de cuentos, relatos y poemas editada por la
Fundación Cathedra, más tarde. Además, ha publicado varios relatos e historias en los dos volúmenes que hasta ahora lleva el libro
“La calle – Historias de Movileros”.
Respecto de “El suicida…” puede decirse que se trata de un libro de cuentos y relatos, la mayoría de ellos humorísticos o con rasgos de humor y en varios de los cuales
Escobar está presente de diversas maneras.
Para contactarnos:
escobarlarevistadigital@gmail.com
Antología en La Revista
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